Las redes sociales y la búsqueda de empleo

No se puede negar que nuestra vida cada vez evoluciona más hacia el mundo digital y la búsqueda de empleo no iba a ser una excepción. En los últimos años casi todas las ofertas que encontramos están colgadas en portales de internet, de los cuales hablaremos en los post siguientes, y nuestro currículum, al igual que esas fotos que ya no revelamos (y que tu madre aún se queja de que ya no puede ver), ha dejado el papel atrás y se ha convertido en un CV virtual.

En nuestra empresa ofrecemos un servicio de asesoramiento para la búsqueda de empleo y cada vez más personas nos piden que les ayudemos con sus perfiles on-line. Esta es la prueba de la importancia que ha ganado este medio en los últimos años. Pero buscar ofertas en estos portales no basta, falta lo más difícil que es crearte una identidad on-line, compartir la información correcta y necesaria para que te defina y le diga a los reclutadores que eres el candidato ideal para ese puesto.

Las redes sociales te ofrecen la oportunidad de presentarte de una forma más profunda para convencer a los reclutadores de todo el valor que puedes aportar a sus empresas. Pero para eso hay que cuidar mucho la imagen que trasmites.

¿Sabes diferenciar el uso y la finalidad de cada red? Nosotras siempre decimos que los portales de empleo son tu CV virtual, donde expones tu experiencia laboral y aptitudes. En cambio, las redes sociales son la nueva carta de presentación, gracias a ellas quien se interese por tu perfil podrá ver el tipo de persona que eres, cuáles son tus intereses y descubrirá tus opiniones sobre temas de actualidad.

Incluso, para algunos sectores, te ofrecen la oportunidad perfecta de mostrar tu creatividad y originalidad. Así, nos encontramos con los videocurriculums, que te dan la oportunidad de contar tu experiencia de una forma distinta o como el caso de Ignacio Castiella, que decidió usar Twitter para presentar su curriculum a modo de historia contada en 127 tuits de 140 caracteres.

Pero también hay que tener mucho cuidado con las publicaciones que se hacen. No hay que olvidar que lo que compartimos es público y puede llegar a cualquier persona y si no somos cuidadosos nos puede costar un disgusto, como el ejemplo de Kaitlyn Wells, una chica estadounidense que fue despedida antes de empezar por compartir comentarios negativos hacia su nuevo trabajo.

Tampoco hay que olvidar que internet tiene memoria y cualquier cosa que pongamos podrá ser encontrada incluso muchos años después. Hace unas semanas pudimos ver una prueba clara de ello con el caso de Guillermo Zapata, el cual nos mostró una imagen inapropiada de concejal por unos tuits escritos cuatro años atrás.

Definitivamente las redes son un arma de doble filo, por un lado pueden funcionar como una pre-entrevista para que los reclutadores te puedan conocer más allá de los convencionalismos y la seriedad de un currículum. Si no tenemos cuidado podemos causar el efecto totalmente contrario y perder oportunidades por compartir una imagen perjudicial de nosotros mismos.

De cualquier forma, las redes han llegado al mundo de la selección y la búsqueda de empleo para quedarse y es una herramienta cada vez más utilizada por los reclutadores. Por eso hay que subirse al carro y empezar a compartir el contenido ideal para llamar la atención de forma adecuada y para darte a conocer como el profesional que quieres que los demás perciban.